Azor Ahai

El Príncipe que Fue Prometido

Por Thomas Fitchenmayer en Stannis is the Fury
Azor-Ahai
¿Es posible que un héroe de un tiempo casi prehistórico sea importante más de 8.000 años después? Miles de años después de su legendaria victoria, olvidada de la memoria popular y convertida en fantasía en las mentes de casi todos los que la recuerdan, Azor Ahai es casi un desconocido en Poniente. Por suerte, unos pocos conocedores de la verdad (nosotros entre ellos, afortunadamente) sabemos que las amenazas del helado norte son reales, y que por extensión, las leyendas en torno a la figura de Azor Ahai deben ser, al menos en parte, ciertas. Sabemos que fue el hombre que lideró a “los buenos” en la batalla más decisiva de la historia, en la que se derrotó a los Otros y se permitió que la vida siguiera su curso.
Sin embargo, la historia de Azor Ahai es, a grandes rasgos, la primera parte de esta guerra entre el “bien y el mal“, entre el “la vida y la muerte” entre el “fuego y el hielo”, pues asociada a su leyenda existe una profecía que vaticina el regreso de los Otros, y por tanto, de un Azor Ahai redivivo.
“Está escrito en los antiguos libros de Asshai que llegará un día tras un largo verano, un día en que las estrellas sangrarán y el aliento gélido de la oscuridad descenderá sobre el mundo. En esa hora espantosa, un guerrero sacará del fuego una espada llameante. Y esa espada será Portadora de Luz, la Espada Roja de los Héroes, y el que la esgrima será Azor Ahai renacido, y la oscuridad huirá a su paso.”
Es por estas pocas palabras por las que Azor Ahai es importante en el presente de Canción de Hielo y Fuego. Una profecía que en mayor o menor medida condiciona las guerras, traiciones y voluntades de nuestros protagonistas, de una forma u otra. Unos, como Stannis y Melisandre, son conocedores de ella y marca sus vidas profundamente, algunos la ignoran o desprecian y otros la desconocen, sin embargo, si creemos en ella, eso no importa.
La fuerza de esta profecía reside en que nuestra historia comienza con el “regreso” de la amenaza de los Otros (primer capítulo de Juego de Tronos), y todos sabemos que por mucho que George R.R. Martin lo retrase, el gran enfrentamiento y los días oscuros acabarán llegando, pues esa es la gran historia que contar. Y toda gran historia necesita de un gran héroe. ¿Pero quién será el héroe de nuestro tiempo? ¿Qué personaje es el Azor Ahai del que tanto hemos oído hablar? Analicemos a los candidatos, a priori, con más posibilidades.

staninis azor ahai 

Stannis Baratheon

De algo estamos seguros, no es Stannis. Su espada es hermosa, pero no es tremendamente impactante de por sí. No desprende calor ni está en llamas de forma natural. Solo brilla en la oscuridad y hace temblar el aire cercano. ¿Por qué entonces cree Melisandre que Stannis es El Príncipe que Fue Prometido? Según quiere creer ella porque nació entre sal y humo, bajo una estrella sangrante. Pero en realidad fue Melisandre la que hizo que fuera así.
Según nos cuenta, en sus visiones, ella vió a Stannis sacar una espada en llamas de unas estatuas, y sí, es pasó, pero fue ella la que forzó esa “ceremonia”, ya que tras su visión fue hacia él y le convenció para blandir una espada en llamas y sacarla de las estatutas. Por si fuera poco celebra una ceremonia cuando el cometa está cayendo, lo que le lleva a proclamar que eso “significa” que Stannis es Azor Ahai redivido, y más tarde marchan al Muro.
La historia de Melisandre con Stannis me recuerda a esas películas de viajes en el tiempo en el que si el protagonista va al pasado y cambia cualquier cosa altera su futuro, quiero decir, ¿qué otros argumentos hay a favor de Stannis más que los que ella misma ha provocado de pasasen? ¿No serían más válidos, si es que eso sirve de algo, si Stannis no hubiese sido “forzado” a cumplir la profecía en su aspecto más ceremonioso?
Por suerte, gracias a uno de los capítulos más reveladores sobre un personaje que Martin nos ha regalado supimos que Melisandre es humana, y que por tanto se equivoca. No está interpretando los mensajes más recientes de su dios de forma correcta y no acierta al fijar su atención en Stannis, aunque de esto hablaremos más adelante.
Por último, me pregunto que llevó a Melisandre desde Asshai hacia Stannis. Si sus visiones realmente vienen de R’hllor, ¿por qué la condujeron precisamente hacia Stannis Baratheon? No tenemos una respuesta por ahora, aunque igual es como lo del huevo y la gallina.

Daenerys Targaryen

¿Y Dany? Nació en Rocadragón. Saca su Portadora de Luz, sus dragones, del sacrificio de Khal Drogo, su Nissa Nissa. Drogo, Rhaego y Mirri Maz Durr tuvieron que morir para que Drogon, Rhaegal y Viserion se alzaran. Sabemos que tiene un componente mágico que ella no controla, ya que sale sin quemaduras de las cenizas de la pira funeraria. Renacida entre la sal y el humo, y el cometa rojo encima aparece justo después. Y si es importante que un sacerdote de R’hllor esté de tu parte, Benerro apuesta por ella.
A diferencia de Stannis, hay evidencias reales de que Daenerys es Azor Ahai. Ella podría ser fácilmente la salvadora elegida de Poniente, llegada al reino desde un lugar lejano para salvarle de los Otros, sus arañas gigantes de hielo, osos zombies y demás monstruosidades, y por si fuera poco su arma es el fuego.
El Maestre Aemon, antes de morir, realmente estaba convencido de que era en la cual debíamos creer. Y él lo debería saber mejor que nadie, quiero creer. Su hermano murió intentando despertar a los dragones, y fue el que hizo que se prometieran en matrimonio sus nietos Aerys y Rhaella para asegurar el nacimiento del Príncipe que fue Prometido tras oír una profecía diciendo que esta figura mitológica nacería de su línea sucesoria.
El mismo Rhaegar creyó él mismo ser el Príncipe, y se convirtió en un habilidoso guerrero. Después, algo se le pasó por la cabeza y pasó a creer que su recién nacido y primogénito Aegon era el verdadero Príncipe. Luego hablaremos de él. La base teórica de Aemon, como él mismo apunta, se basa una mala traducción del Alto Valyrio, por lo que Príncipe puede ser masculino o femenino. Así que el Príncipe puede ser Dany. Aunque su renacimiento entre la sal y el humo vino antes del cometa rojo, y no viceversa.
Tendremos que esperar, es una gran candidata, pero en primer lugar la historia tiene que llegar hasta ella (o al revés), y luego hay que verla en acción. ¿La veis salvando al mundo?

Rhaegar y Aegon

La candidatura de Rhaegar parece fácilmente descartable. Está muerto. Y aunque encajaría con el tono de la historia que el salvador del mundo estuviera muerto y bien incinerado, quiero pensar que la historia no va a terminar con un Invierno Triunfante. Él no llego a ver la tragedia de Refugio Estival que tuvo lugar el día de su nacimiento, pero asumió que era el fruto de la profecía que tanto había obsesionado a su bisabuelo.
Por suerte, como decíamos, Rhaegar cambió de opinión y aún con su muerte dejó abierta una puerta a que no estaba del todo equivocado: el verdadero elegido era su hijo.
¿Qué pasa con Aegon VI? Lo más probable es que está muerto. O no. Hay amplias evidencias que sugieren que el Joven Griff no es quien cree ser, pero no podemos estar seguros todavía. No hemos visto aún las evidencias por las que Rhaegar se convenció de que Aegon era Azor Ahai, por lo que solo tenemos en su defensa la apuesta de un padre obsesionado con el tema.
Además, apenas hemos visto al “muchacho” en acción, así que hasta que su verdadera identidad quede probada o refutada no podemos decidirnos.

Jon Nieve

Y llegamos a Jon.
Siempre ha sido uno de los favoritos pero adelantó muchos puestos desde que Melisandre dijo: “Pido al Señor de la Luz una visión de Azor Ahai y lo único que me muestra es a Nieve”.
Lo que me gusta de esta candidatura si finalmente él resulta ser el Príncipe, tendríamos que saber quiénes son sus padres para determinar si la profecía era cierta o no. Hay dos posibilidades. O bien la profecía era cierta, y Jon  nació de la línea sucesoria de Aerys y Rhaella a través de Rhaegar y Lyanna. Luego Rhaegar no estaba equivocado. O bien Jon es el hijo de Ned y la profecía era errónea.
Claro que en este segundo escenario (poco probable) también podemos interpretar que la profecía se manifiesta en Jon en el momento de su “muerte”.
Mucho se ha hablado de las imágenes y simbología en ese momento de Danza de Dragones, del estandarte y símbolo de Ser Patrek de la Montaña del Rey, siete estrellas que acaban bañadas en sangre de las heridas de Jon y de la sal de las lágrimas de Bowen Marsh.
Aparte de esto también tenemos a su favor los sueños que tuvo antes de morir, cuando se ve vestido en hielo negro y portando una espada de fuego, asesinando enemigos a izquierda y derecha. Hielo y Fuego, matando enemigos mientras escalan el Muro como si fueran arañas. Suena muchísimo a algo parecido a la Batalla por el Amanecer de la que habla el Maestre Aemon.
Su muerte se puede ver incluso de forma simbólica. Primero debe abandonar la Guardia de la Noche. Después, dejar de la lado a los salvajes que le han semiaceptado y centrarse en su tarea. Finalmente, dejar a su espalda Invernalia, y aceptar que nunca será suya. Su sacrificio (otro, después del de Ygritte).
Un final triste, la verdad. Jon, dedicado a la causa de proteger el reino, debe convertirse en un monstruo centrado solamente en ello. ¿Y qué pasará cuando la batalla termine y la vida haya triunfado? ¿Desaparecerá? ¿Será un soldado sin guerras que disputar? Todo es especulación, y nada es demasiado útil.

Conclusiones

Para terminar esto, diremos que hay demasiadas evidencias para llegar a una decisión definitiva sobre quién es el Príncipe que fue Prometido.
Y hay otros falsos candidatos que podrían encajar en la descripción. Victarion Greyjoy está en el mar, con un brazo del que sale humo. Le pones bajo una estrella sangrante, ¿y sería Azor Ahai? Cuando Davos se creía muerto aparece en una isla tras la Batalla de Aguasnegras, de nuevo sal (mar) y humo (el fuego de la batalla). Algunos de los Hijos del Guerrero llevan estrellas de siete puntas sobre sus cabezas. ¿Puede ser alguno de ellos el improbable héroe? Pues seguramente no. Pero como dijimos, hay demasiados candidatos, sobre todo si adaptamos nuestras condiciones a nuestro criterio, como hace Melisandre con Stannis.
Una vez más tendremos que esperar a que llegue Vientos de Invierno y borre del mapa a un par de ellos para que estemos seguros. O mejor aún, que nos confirme al verdadero Príncipe, si es que existe.
No podía despedir este ensayo sin dejar una reflexión sobre las profecías de un personaje del que espero saber mucho más en el futuro, el Maestre Marwyn.
—Nacido de la sal y el humo, bajo una estrella sangrante. Ya conozco la profecía. —Marwyn giró la cabeza y escupió una flema roja—. No digo que me parezca fidedigna, claro. Como escribió Gorghan del Antiguo Ghis, una profecía es como una mujer traicionera: te la chupa, gimes de placer, y piensas «Qué bien, qué maravilla, cómo me gusta…». Y de repente aprieta los dientes, y los gemidos se transforman en gritos. Gorghan decía que esa era la naturaleza de las profecías:  te arrancan la polla de un mordisco en cuanto te descuidas.
El Maestre Marwyn en Festín de Cuervos.

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